El pasado 10 de abril falleció uno de los talentos creativos más destacados de El Salvador. El reconocido ilustrador de Los Simpsons Edwin Aguilar, es sin duda uno de los mejores ejemplos de que es posible cumplir los sueños con dedicación.
De niño se fue a los Estados Unidos pero siempre un salvadoreño profundo
Edwin nació en El Salvador en el año 1974, donde las condiciones sociales estaban signadas por la violencia. Desde muy temprano mostró su afición por los dibujos animados, recreando autodidácticamente los comics de la época, como Condorito y Mafalda.
A los nueve años, con su hermano emigra hacia los Estados Unidos, para reencontrarse con su familia y optar a una infancia más estable. Sin embargo, como lo demostró infinidad de veces, jamás dejó de ser un salvadoreño, siempre cerca, presente.
En el transcurso de sus estudios, siempre mantuvo su pasión por el arte y el dibujo. Esto le permitió optar a una beca para Art Center of Design, ubicada en Pasadena – California, donde pudo formarse como ilustrador. Más tarde, ingresó al Birdges Visual Institute de Santa Mónica, para cursar animación.
Cada paso transitado desde El Salvador hasta la culminación de sus estudios, estuvieron llenos de entrega y dedicación. Solo de esta manera pudo materializar su talento y transformar en realidad sus sueños de niño.
Una carrera que llevó al ilustrador de Los Simpsons Edwin Aguilar a la cima del éxito
En sus primeras experiencias como ilustrador, trabajó en Graz Entertainment, creando en Gl-Joe y Transformers. También trabajó en la producción de Bam–Bam y Pebbles en su paso por Hanna-Barbera.
Más tarde se incorporó a la productora Chuck Jones, quienes trabajaban directamente para Warner Brothers, destacando su creación en los personajes de los Looney Tunes. A pesar de haberse hecho de un lugar privilegiado en la industria, solo representaba el inicio de su exitosa carrera.
El ilusrador de Los Simpsons Edwin Aguilar se convirtió en asistente de dirección
En 1989 la cadena Fox de la mano de Matt Groening, lanzaron la exitosa serie Los Simpsons, para la cual Edwin aplicó sus respectivas pruebas. Se puede decir, que este desafío representó su consagración como ilustrador.
En varias oportunidades declaró a los medios sobre la complejidad creativa de los personajes, considerándolos más humanos que caricaturas. Por ende –explicó- “la estructura de ellos es bien difícil, los detalles son bien perfectos”.
Fueron más de 20 años trabajando en la producción de la serie, que lo llevó a convertirse en asistente de dirección. Allí contribuyó en la dirección de un equipo de más de 80 creativos. Además el salvadoreño logró obtener 5 premios Emmy, consagrando una carrera exitosa.
Su eterna identidad con su país natal
Una de las cualidades más importantes del ilustrador de Los Simpsons, es su humildad sincera. Desde siempre mantuvo una comunicación directa y visitó regularmente su tierra natal para contribuir con el desarrollo de nuevos talentos.
“Yo me siento orgullo de decir que soy salvadoreño y que trabajo en Los Simpsons. Siento que pongo a mi gente en alto, porque soy 100% salvadoreño”. Esta afirmación confirma su identidad con su tierra, lo que motiva profundamente a sus paisanos a trabajar por cumplir sus sueños.
De igual manera, en todo momento aportó su mensaje de aliento para los más jóvenes. “Siempre habrán obstáculos en la vida pero hay que seguir adelante. Yo sé que hay bastante talento en El Salvador” expresó.
Se despidió un gran artista de El Salvador
El día de ayer se pudo conocer la lamentable noticia de la partida física del creador salvadoreño. Luego de sufrir un derrame cerebral y estar varios días en cuidados intensivos, finalizó su mayor creación: una vida ejemplar.
Los trazos y líneas creativas que dejó Edwin, se convierten en nuevas historias llenas de inspiración y color. Un salvadoreño que dejó en alto el orgullo de su tierra y que demostró que el camino al éxito inicia en los sueños.
¡Orgullosamente Salvadoreño, Hasta pronto Edwin!